sábado, 12 de marzo de 2011

DESCUBREN NUEVOS PLANETAS QUE PODRÍAN ALBERGAR VIDA

En el universo existen infinidad de planetas que giran alrededor a estrellas como lo hace nuestro planeta alrededor del sol. Esto hace pensar a algunos que la vida en eso planetas es igual de factible que en el nuestro.
Expertos en la materia, han evaluado los resultados que se han obtenido desde el telescopio Kepler y han identificado más de 1.200 plantes en órbita alrededor de estrellas distintas. Pero lo más sorprendente de todo esto, es que hay unos 54 ejemplares que son de un tamaño similar a la Tierra y se encuentran en zonas habitables con respecto a las estrellas sobre las que orbitan. Estos datos nos hacen pensar que es probable la existencia de vida en eso planetas que son tan afines a los nuestros.


 
Existen muchos planetas que podrían albergar vida
El año pasado la NASA realizó un descubrimiento sorprendente, en el que aseguró que había encontrado pistas vitales de la existencia de posibles extraterrestres primitivos, que podrían estar viviendo en una de las lunas de Saturno, Titán. Estos datos fueron obtenidos de la sonda Cassini, que la NASA envió para inspeccionar los planetas, y se dieron cuenta de que la superficie de Titán es de una química muy compleja. Además es la única luna de todo el planeta que tiene una alta densidad atmosférica.
Investigaciones que han realizado otros expertos, aseguran que el gas hidrógeno que fluye en la atmósfera de Titán ha desaparecido en la superficie, por lo que la teoría de la vida en dicho satélite es posible.
En el año 2008, se encontró una sustancia química orgánica en un planeta que situado fuera de nuestro sistema solar. Este hallazgo fue tomado por como un hito en la búsqueda de vida extraterrestre. Lo que los investigadores fueron capaces de identificar fue agua en su atmósfera, bautizando al planeta con el nombre deHD 189733b. Este planeta es caliente y está en una posición muy propicia para la existencia de vida, entendiendo ésta tal y como nosotros la concebimos.
Pero estos no son los únicos cuerpos celestes que pueden tener vida en sus superficie. Los investigadores se están dando cuenta que en muchos otros puede haber indicios de vida, incluso en aquellos que no tienen una atmósfera tal como la de la Tierra. Pero lo que sí es cierto, es que estamos hablando de sistemas de vida muy simples, nada que ver con los alienígenas que creamos en nuestras fantasías y que puede llegar a hacernos una visita de confraternización.

lunes, 7 de febrero de 2011

MARTE EL PLANETA NO TAN ROJO


La Nasa obtiene nuevas imágenes de la superficie de nuestro planeta vecino, Marte. Las imágenes corresponden al cráter Gusev y se han llevado a cabo con el Mars Global Surveyor, en la misión Odyssey utilizando la cámara Themis. Las imágenes revelan datos interesantes, entre ellos una masa oscura que a primera vista podría parecer tener características que se asemejan a que pudiera existir una especie de vida en el planeta.
En el año 2004, la Agencia Espacial Europea tomó fotografías de ese mismo cráter y lo que fue sorprendente es que esa masa oscura que apareció en la fotografía de los americanos, ahora se podía ver el tono real de dicha zona, y se puede ver con claridad que tienen una tendencia verdosa.

Los cráteres de la zona son un sitio propicio para que crezcan algas especiales. Algunos científicos piensan que estas algas crecen en la primavera y verano marciano, se reproducen, y sus esporas son llevadas por las corrientes de aire de un lado para otro. Estas corrientes forman las rayas que se ven alargadas, sinuosas a través de la superficie entre los cráteres, por lo que serían simplemente más colinas de algas de los cráteres, una especia de propagación producida por las esporas.
Pero claro, siendo privados de cantidades cruciales de agua y nutrientes esenciales que solo se encuentran en los cráteres, las colonias de algas que migran entre los cráteres mueren rápidamente. Gracias a este proceso se ponen en libertad algunos de los productos orgánicos vitales para la vida como son hidrógeno y carbono, siendo liberados a la atmósfera.
Durante el año 2004, las observaciones de la nave de la ESA Mars Express en órbita alrededor de Marte detectaron metano en su atmósfera. Y aún más recientemente, se ha detectado metano en Marte por tres grupos independientes de científicos, y esto podría ser un signo de la vida.
Este hecho hace saltar las alarmas sobre la vida en Marte, algo muy común ya que es uno de los primeros planetas más propicios para la colonización humana. El problema de todo esto es, como los gobiernos vean el planeta rojo como sustituto de nuestro planeta azul, destrozaran la Tierra y solo unos selectos podrán disfrutar de una relativa vida en un nuevo planeta. Una teoría algo conspiranoica pero al paso que vamos con la contaminación y la tan poca intencionalidad de modificarlo por parte de los gobiernos, no nos queda otra alternativa que pensarlo.
Fuente: xfacts

miércoles, 12 de enero de 2011


Hubble capta misteriosa mancha verde que crea estrellas



Una mancha cósmica que parece estar viva fue observada por el Telescopio Hubble. Este objeto indefinible, que en inglés ha sido llamado "blob" (una palabra usada para describir una masa informe, un bulto, una mancha) y cuyo nombre oficial es Hanny's Voorwep fue observado por primera vez  en el 2007 por la maestra de escuela Hanny Van Arkel, en el proyecto Zoológico Galáctico (ad hoc, Hanny encontró una bestia en el espacio). Después de una observación más detallada, Hubble encontró que la mancha está "viva": produce una gran cantidad de  jóvenes estrellas, algunas de las cuales tienen apenas un par de millones de años, en una zona remota del universo donde no se supone que se generan estrellas.
NASA dio a conocer esta imagen ayer, durante una reunión de la Sociedad Astronómica Estadounidense. Partes de la mancha verde colapsan generando una presión de la cual nacen las estrellas. Generalmente las estrellas se encuentran al interior de una galaxia, pero este criadero irregular se encuentra en la intemperie cósmica.
Se trata de “estrellas recién nacidas muy solitarias… en el medio de la nada”, dijo Bill Keel, astrónomo de la Universidad de Alabama, uno de los científicos que estudió la mancha.
La mancha (y podríamos decir también casi cualquier otro nombre para referirnos a este misterioso objeto, ¿el goo?) tiene las  mismas dimensiones de la Vía Láctea, y se encuentra a 650 millones de años luz. Está constituida principalmente por un remolino de gas de hidrógeno provocado por el encuentro cercano de dos galaxias. Brilla porque lo ilumina un quasar de una de las galaxias.
Objetos cósmicos como el de Hanny (¿Hannibal?) desafían el conocimiento humano y revelan que el universo es mucho más vasto y misterioso de lo que nuestra ciencia -pese a sus aires de grandeza- supone o logra penetrar. Una especie de humilde ignorancia al mirar el cosmos llena al hombre que en verdad busca conocer y no solamente reflejar sus creencias en el lienzo espacial.
Fuente: pijamasurf

jueves, 6 de enero de 2011

Un grupo de científicos cree que es posible utilizar velas solares para evitar el impacto de una roca espacial contra la Tierra



Los asteroides representan una amenaza para nuestro planeta. Algunos de ellos poseen órbitas que periódicamente los hacen pasar cerca de la Tierra, aumentando sustancialmente el riesgo de un impacto. Un grupo de científicos cree que es posible utilizar velas solares para desviarlos de su curso, evitando el desastre. El candidato ideal para probar el sistema es Apofis, que nos rozará el 13 de abril de 2036.
No hay duda de que el impacto de un asteroide contra la Tierra, incluso el de uno pequeño, puede ser devastador. De hecho, se cree que una de estas rocas, con un diámetro de entre 400 y 800 metros, fue laculpable del exterminio de los dinosaurios, poniendo fin a su reinado de decenas de millones de años. El 30 de junio de 1908, un trozo de hielo y roca de unos 40 metros de diámetro -que ni siquiera llegó a tocar el suelo, ya que explotó a bastante altura sobre la tundra siberiana- destruyó un área similar a la que ocupa una típica ciudad moderna. Si un evento como ese tuviese lugar hoy sobre París, Roma, Barcelona o cualquier ciudad de ese tamaño, millones de personas morirían en un segundo. Los planes para evitar este tipo de desastres no son ninguna broma.
Preparados para 2036
Los científicos trabajan en ello. Uno de los proyectos más realistas es el propuesto por el ingeniero francés Jean-Yves Prado del Centro Nacional de Estudios Espaciales (CNES) en Francia, que ha elaborado un plan muy interesante para alterar la órbita de Apofis, un asteroide potencialmente muy peligroso, ya que periódicamente pasa cerca de la Tierra. Los astrónomos han calculado que este trozo de roca de 270 metros de largo pasará nuevamente rozando nuestro planeta el 13 de abril de 2036. Si fuésemos capaces de alterar aunque sea una fracción de grado su dirección, la amenaza desaparecería.
Para lograrlo, el ingeniero francés propone llevar una verdadera flota de sondas robóticas a las inmediaciones de Apofis y una vez allídesplegar velas solares que, al protegerlo de la radiación solar, cambiarán el curso del asteroide. A diferencia de casi todas las demás propuestas, el proyecto de Jean-Yves Prado no implica ningún tipo de impacto, explosión o empuje sobre el asteroide. El principio de funcionamiento de este plan es mucho más sutil, y se basa en eliminar el llamado efecto Yarkovsky, denominado así en honor a su descubridor, el ingeniero ruso Ivan Osipovich Yarkovsky.
En 1901, Yarkovsky describió en 17 páginas el efecto térmico casi imperceptible que actúa sobre los planetas y pequeños asteroides que orbitan el Sol. Analizando el movimiento de un cometa, Ivan Osipovich notó que actuaban sobre estos cuerpos celestes dos fuerzas contrapuestas: una impulsora, y otra de frenado. Esta fuerza de frenado es directamente proporcional al nivel de radiación solar, e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia. El fenómeno descubierto hace más de 100 años se produce como resultado del calentamiento desigual que sufren los lados de un cuerpo en rotación. Una de ellas absorbe más calor, y lo irradia hacia atrás mientras rota, desequilibrando la órbita del objeto.
Una «sombrilla» para Apofis
Si fuésemos capaces de modificar la cantidad de luz solar que incide sobre Apofis, lograríamos provocar pequeñas pero decisivas alteraciones en su trayectoria. Esto es justamente lo que propone Prado. Las velas solares no harían otra cosa que proporcionar una especie de “sombrilla” a Apofis, que modificaría su trayectoria al disminuir la cantidad de luz solar que incide sobre él. Lo mejor de todo es que la fuerza descubierta por Yarkovsky es más importante en objetos que poseen un tamaño comprendido entre unos pocos y algunos centenares de metros de diámetro, y Apofis se encuentra justo dentro de este rango.
La idea propuesta por el francés implica desplegar al menos cuatro velas solares en las cercanías del asteroide. Para llegar hasta allí se puede aprovechar todo lo aprendido durante las misiones enviadas antes a los cometas, como “Deep Space 1” y “Dawn”. Los especialistas creen que estas velas, dispuestas pocos kilómetros por encima de Apofis, eliminarían el efecto Yarkovsky alterando de este modo, con el tiempo, la órbita del asteroide. Los últimos cálculos afirman que en 2036 el trozo de roca podría pasar a tan solo 29.000 kilómetros de nuestro planeta, una distancia 12 veces menor a la que se encuentra la Luna. Cualquier desviación que ayude a aumentar esa distancia es bienvenida, y si comenzásemos a trabajar hoy mismo, las velas solares podrían iniciar su viaje entre 2016 y 2019. Eso nos daría entre 15 y 20 años de plazo para que estas fuerzas actúen, desviando sensiblemente -esperemos que en la dirección correcta- al asteroide.
Fuente: abc.es


Niña de 10 años se convierte en la más joven en descubrir una supernova





La astroaficionada Kathryn Aurora Gray puede jactarse con sus compañeros de clase de haber ya contribuido a la ciencia al descubrir una supernova a los 10 años de edad y ser la persona más joven la historia en haberlo hecho.


La joven canadiense de Fredericton hizo el descubrimiento con ayuda de su padre Paul Gray, quien en 1995 descubriera una supernova a los 22 años de edad (el más joven en hacerlo en su momento). Katrhyn observó una supernova de magnitud 17 en la galaxia UGC 3378 en la constelación Camelopardalis. Kathryn analizó las imágenes tomadas y descartó que las imágenes fueran producto del ruido de los instrumentos o que se tratara de un cometa. Luego, el equipo de astrónomos amateurs envió su data para que fuera analizada por otros astrónomos antes de que se confirmara el descubrimiento.
La joven astrónoma, sin embargo, está consciente que su descubrimiento es impermanente, ya que "es sólo una explosión estelar y eventualmente se desvanecerá".  Las supernovas son estrellas que mueren de forma violenta con una masa muy superior a la de nuestro sol y emiten una luz que se aprecia solamente por un par de semanas. Estrellas masivas que acaban su vida en una supernova son las responsables de producir elementos pesados como el oro.

martes, 4 de enero de 2011

Una tormenta cinco veces mayor que en la Tierra


Hace apenas un par de semanas, astrónomos aficionados descubrieron una nueva tormenta brotando en Saturno. El fenómeno fue fotografiado por Anthony Wesley, que colgó algunas imágenes en su página web. Ahora, sin embargo, y dado su interés, los técnicos de la NASA han decidido "echar un vistazo" más de cerca. Y nada mejor para eso que utilizar las cámaras de la sonda Cassini, que estudia desde hace años el sistema de Saturno y sus satélites. Las imágenes, entre ellas la que acompaña a estas líneas, fueron tomadas el pasado 24 de diciembre, en plena Nochebuena.


La foto, tomada con un filtro azul, muestra con gran claridad el aspecto de la tormenta desde la órbita del planeta anillado. La mancha principal tiene cerca de 6.000 km. de diámetro, la mitad del tamaño de la Tierra. Pero si incluímos sus largas estribaciones, que se extienden y serpentean a la derecha del núcleo central, entonces las dimensiones totales del fenómeno atmosférico superan los 60.000 km., cinco veces el tamaño de nuestro planeta.
Visible desde la Tierra
A pesar de que esta clase de tormentas no resultan desconocidas en Saturno, resulta muy poco habitual ver alguna de estas proporciones. Carolyn Porco, que dirige el equipo de toma de imágenes de la Cassini, explica que, después de tener noticias del fenómeno, decidieron esperar a que la sonda de la NASA estuviera en la posición y el ángulo adecuados para obtener las mejores fotografías. "La Cassini se colocó por fin en situación de obtener una espléndida colección de imágenes de la tormenta -asegura Porco-. Y menuda tormenta."
Por cierto, Saturno, que se encuentra ahora a unos 1.400 millones de km. de la Tierra, está en estos días en una posición óptima para observarlo. Lo cual significa que cualquier aficionado a la astronomía armado con su telescopio y algo de paciencia podrá ver la tormenta con sus propios ojos. Todo un lujo para disfrutar estos días de un gran espectáculo en el cielo nocturno.
Fuente: abc.es

Misteriosa energía del Sol está alterando partículas en la Tierra



Las constantes de la física deberían de ser, como su nombre indica, inmutables. Sin embargo, recientes descubrimientos, podrían sacudir las bases de esta ciencia. De forma inexplicada, la radioactividad de algunos elementos en laboratorios está siendo influenciada por actividad al interior del Sol a 93 millones de millas de distancia. Además, al parecer el inesperado efecto está siendo provocado por una partícula hasta ahora desconocida.
Actualmente se enseña que el ritmo al cual decae un material radioactivo es constante. En este concepto se sustenta el uso del carbono 14 para medir la edad de antiguos artefactos o es usado para determinar la dosis apropiada de radiación de un paciente que tiene cáncer.
El profesor de la Universidad de Purdue, Ephraim Fischbach, estaba investigando la decadencia radioactiva de varios isótopos como una posible fuente de números aleatorios generados sin influencia humana (una masa de cesio-137 radioactivo, por ejemplo, puede deacaer a un ritmo estable, pero átomos individuales decaen a un ritmo impredecible, bajo un patrón aleatorio).
Al investigar los datos de isótopos específicos encontraron  que los ritmos a los que emiten energía (por la desintegración de núcelos inestables) estaban en desacuerdo con las constantes físicas. Aún más, notaron que en la observación a largo plazo del silicio-32 y el radiio-226 habían variaciones conforme a la estación del año, la desintegración o decadencia de los núcleos de estos átomos era un poco más rápida en invierno que en verano.
Aunque en un principio se creía que esta observación debía de ser un error generado por los instrumentos de medición, el Sol  reveló una pista clave cuando en diciembre 13 de 2008 envió una corriente de partículas y radiación a la Tierra. El ingeniero de Purdue, Jere Jenkins, notó que el ritmo de desintegración del núcleo del manganesio-54, un isótopo de corta vida, disminuyó un poco durante la tormenta de plasma del Sol, una disminución que inició un día antes de la tormenta solar (esta relacón entre las llamaradas del sol y el ritmo de desintegración radioactiva podría ayudar a predecir tormentas solares e impedir daños a sistemas eléctricos).
La primera impresión de los científicos de Stanford y de Purdue que analizaron este fenómeno fue que debía de tratarse de neutrinos solares, partículas casi sin ninguna masa, con carga eléctrica y que viajan a casi la velocidad de la luz sin interactuar prácticamente con la materia.
La teoría de los neutrinos fue apuntalada por el hecho de que la alteración en el ritmo de radioactividad está en sincronía con la órbita elíptica de la Tierra, lo que sugiere que esto sucede cuando, al estar más cerca el Sol, existe una mayor cantidad de neutrinos haciendo contacto con nuestro planeta.
Los investigadores hallaron un patron recurrente de 33 días, una sorpresa considerando que la mayoría de las observaciones solares muestran un patron de 28 días, que se debe a que esto es lo que tarda el sol en rotar en su superficie. El patrón de 33 días se debe evidentemente a que el núcleo del sol tarda más en rotar que la superficie que vemos.
“Todo apunta a que el Sol se está comunicando con los isótopos radioactivos en la Tierra”, dice el profesor Ephraim Fischbach. Pero nadie sabe como los neutrinos podrían interactuar con materia radioactiva para cambiar sus ritmos de desintegración. “No tiene sentido bajo ideas convencionales. Estamos sugiriendo que algo que realmente no interactúa con nada está cambiando algo que no puede ser cambiado”.
Si la partícula misteriosa no es un neutrino, podría ser una partícula desconocida emitida por el Sol que tiene este efecto, algo que sería aún más incredible, señalan los científicos.
Otra posibilidad que surge de esta interacción invisible entre el núcleo del Sol y los núcleos de las partículas en la Tierra es que las partículas estém en estado de entrelazamiento cuántico, y que de esta forma respondan a los cambios que suceden a distancia. Estrictamente todas las partículas alguna vez estuvieron juntas –en el núcleo de estrellas y antes en la singularidad que ocasionó la expansión del universo- por lo cual existe la posibilidad de que haya un efecto de entrelazamiento cuántico, algo que podría ser más notable entre partículas radioactivas de un mismo sistema solar.
De cualquier forma este descubrimiento muestra que una energía desconocida que se genera al interior del Sol es capaz de transformar la materia en la Tierra, como a través de un puente alquímico interplanetario. Lo que nos hace preguntarnos ¿es posible que el Sol propicie una mutación a nivel elemental que pueda tener un efecto tangible sobre los seres vivos, tal vez generando hasta una mutación genetica colectiva? Y, ¿qué sucederá con el máximo solar que empieza el año que entra,según la NASA, y que culmina en el 2013 con esperadas poderosas tormentas?